15 enero 2011

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No soy lo que se dice una chica guapísima, tampoco soy muy charlatana, ni pesada. No soy rubia, más bien castaña oscura, mis ojos son casi verdes y grandes, y más o menos soy alta. Mi familia no destaca por la fortuna que tiene, más bien en cómo son, una familia muy unida que ha sabido pasar malos tragos, tragos muy agrios.
Respecto a mis amistades, soy más bien timidilla, no suelo hablar mucho cuando no conozco a alguien, en todo caso digo monosílabos, que es de lo poco que consigo que salga de mi voz. No soy de los que se conocen a medio mundo, con un millón de amigos (o al menos conocidos) y que se lleva perfectamente con todos. Mmm, me da que no; yo más bien soy de las que tienen su propio grupo, su grupo reducido, de pocas personas. ¿Para qué más? Si con ellas mi vida es algo más, más interesante, más agradable, más divertida, más íntima, más… es simplemente mucho más de lo que pudiera desear cualquiera. Ellas, Cristina, Carmen y María, lo son todo para mí. Sinceramente, yo creo que sin ellas yo no podría haber seguido adelante, me hubiese quedado atrás, rezagada, como otra del montón, que no triunfa en su puta vida y es olvidada entre los pensamientos de la gente. Pero supieron estar allí, supieron y lo hicieron. Por ello, doy prácticamente todos los días las gracias por haberlas conocido, por haber crecido con su compañía, por pasar buenos ratos con ellas, por tener la dosis diaria de felicidad que me dan, por enfadarnos, y los 5 minutos volver a echar unas risas, por saber guardar un secreto, por escucharme cuando surgen los problemas, por saber perdonar, por ser tan locas que les dan igual lo que digan de ellas, por aquel abrazo cuando las cosas iban mal, por echar una mano cuando no entiendes los putos problemas o teoría de Tecnología y Matemáticas, por hacer alguna escapada con ella, por no arrepentirme de haberlas conocido. Por saber que las tendré toda mi vida, porque las quiero.
Buah, si te hablara yo de chicos, ligues etc. Prefiero dejarlos aparte y no entrar en detalles, si no importa. Tengo un problema, me enamoro con facilidad, necesito tener a alguien que sepa escucharme y entenderme, que no me vea como una chica más, y que me quiera. Muchos se han quedado en los últimos de la lista, ya que no cumplen con todos los requisitos, otros se han acercado a los primeros puestos, pero muy pocos se juegan el primer puesto. Ahora mismo hay uno que me ronda la cabeza, día y noche. No hay quien me lo saque, mis más íntimos amigos dicen que ‘estoy que no cago’ con él, que no paro de hablar sobre este chico. ¿Y qué coño voy a hacerle? No puedo evitarle, no hay manera. Me hierve la sangre cuando veo que otras chicas tontean con él, lo único que puedo hacer es respirar hondo, maldecir para mí misma, soltar todo el aire, sin decir ni una palabra, y mirar hacia otro lado. También me dicen que tonteo yo también mucho, y que se me nota, pero lo mejor de esos momentos, en los que hablo con él, en los que le tengo delante, cara a cara, uno enfrente del otro, hablando, me da igual lo que me digan después, sólo sé que me encanta. Ese chico es… es… no sabría decirlo. Es tan… No sabría explicarlo, lo siento.
Todos los días me digo a mí misma, ‘Va, a ver si hoy le ves y tal, y le saludas, y habláis un rato, que sabes que te gusta’. Problema a la vista: casi nunca le veo, y si pasa lo contrario, me da mucha vergüenza, me corto, me bloqueo, solo puedo sonreírle como si fuese una idiota, diciendo monosílabos. Agggg, me da muchísima rabia, luego me quedo pensándolo, lo tonta que he sido. Me dan ganas de coger una máquina del tiempo, rebobinar hacia atrás, volver a verle, a saludarle y a empezar de nuevo. Pero como que eso todavía no existe, tendré que esperar a que alguien lo invente, a ser posible, lo mas pronto por favor.
Ese chico me está volviendo loca, en Matemáticas, en Lengua castellana, en inglés, en Biología, en Plástica, en Tecnología, no paro de pensar en él. No me puedo concentrar en clase, mi rendimiento baja, y con ello mis notas también. Si hablo de algo, es de él, a la más mínima cosa, le recuerdo. Esto es desesperante. Ah, y espera, que le conozco de agosto de 2010, que tampoco es de hace tanto tiempo. Este curso lo he empezado con el pie izquierdo, ya hablando con él y perdiendo el tiempo y enredándome entre sus miradas y voz. Me vuelve L-O-C-A.
Dije que no me quería meter en detalles, pero mira, soy una chica indecisa y que nunca está del todo convencida de lo que dice. Y espera, que esto es sólo de uno de ellos, el que está en el 1º puesto en la lista. No me apetece hablar del resto, no es que no me hayan marcado, ni los haya olvidado, pero creo que lo mejor va a ser que lo dejamos para otro día.
A ver, dejemos algunas cosas claras, odio los estampados de flores pequeñas, sobre todo si están en la ropa; suelo quedarme dormida cuando no debo, y despierta en malos momentos; me quedo empanada con facilidad; me gusta fastidiar a la gente sus bostezos o cuando se despereza, pero ahora que, odio que me lo hagan; quisiera haber querido más todo aquello que no he sabido apreciar; me gustaría aprender a sonreír por cada vez que lloro; aprender algún otro idioma más a fondo, como el inglés; soy muy contestona; cuando me enfado con alguien con motivo, me olvido directamente de ella; de vez en cuando digo palabrotas, cosa que debería mejorar; suelo devolver los golpes; sé dejar a ras del suelo a la gente que me ha jodido; pero también sé perdonar si se lo merece; no me arrepiento con facilidad; tengo la mala costumbre de escuchar música todo el día; mi móvil y yo somos inseparables; me encanta el helado de mango con piña que hacen en la heladería La Jijonenca; tengo 2 hermanas que por ciertas razones, me llevo fatal con ellas; soy gemela de una de esas dos, por desgracia; mis grupos preferidos de música son SUM 41 y Secondhand Serenade; no me gusta llevar botas, prefiero unas deportivas coloridas; comparto dormitorio con mi hermana; las canciones de Fito y Fitipaldis me encantan; soy una chica indecisa, desordenada pero divertida; agradable con casi cualquiera; últimamente tengo la sensación de que la gente sólo quiere putearme joderme y putearme; no soporto a mi madre; lloro con facilidad, aunque odio que me vean cuando lo hago, por ello, la mayoría de veces me lo guarda para mis adentros; mi canción favorita, la de With Me, de SUM 41; echo de menos a mucha gente; siempre pierdo al billar, pero soy un as jugando a las cartas; es cierto que a veces miento, pero mis mentiras son tan creíbles que ni te darás cuenta; lloro demasiado, pero soy tan divertida a veces que te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto reirte; me río muy a menudo, la verdad, pero tengo una risa tan vital que cuando la oigas estarás siempre a la espera para oírla otra vez; nunca me han enseñado a sonreir, aprendí por mi sola, o viendo alos que me rodean., hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me pasa muy rapido; cojo confianza con la gente muy rápido (mal hecho); soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo; me gusta llevar la contraria a la gente; tengo un don para vacilar a las personas y hacerlas enfadar; me río y chillo constantemente; tambien te darás cuenta, con el tiempo, de que soy algo caprichosa y un poco coqueta tambien, para qué negarlo; soy muy vergonzosa!; canto en la ducha y me gustaría gritar tu nombre cada vez que salgo a la calle. Y si pudiera ser, me gustaría vivir sola, fuera de aquí, donde poder aislarme de todo el mundo, al menos sólo durante una semana.
Att: Ana Mangas.


2 comentarios:

  1. Eyyyyyy me encanta esta entrada, da la sensación de que ya te conozco :$ Un besote enorme!

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  2. Jajajajaja, si? pues ala, ya me conoces :) Un besssssssso :)(L)

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